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Desechables de viaje - Ilford XP2 Super Single Use

A principios de la primavera, en un pedido que hice de material sensible para tener durante esta estación, encargué dos cámaras desechables, de un solo uso, Ilford XP2 Super Single Use. Su destino iba a ser determinada actividad lúdica con unos amigos, que finalmente se canceló. Como ha sucedido con tantas actividades fotográficas de esta primavera que han hecho que buena parte de aquel material sensible siga intacto. Pero encontré la ocasión de dar buen uso de estas dos cámaras desechables en el viaje que hace un mes realizábamos por el sudeste francés y el lago Lemán en Suiza.

La primera fotografía tomada de las dos cámaras, en la estación de Nimes.

Llevo usando cámaras de un solo uso de forma muy esporádica desde hace casi treinta años. Algún día tengo que recuperar, de donde sea que se encuentren, los negativos de cuando hacíamos rafting en Sort, o de las panorámicas que hice en 1990 viajando por Francia y Bélgica. La cámara que he usado en esta ocasión ha sido una novedad para mí. La cámara, el tipo de película no, que ya somos viejos conocidos. Y esta en una imagen obtenida del sitio web de Ilford Harman. Espero que no les moleste su uso en esta página.

Como veis, es una cámara muy sencilla, como la mayor parte de este tipo de cámaras. Fabricada en plástico, este modelo esta recubierto por una funda en cartón con la imagen de marca, y una carcasa de plástico transparente que otorga algo de protección a la cámara, aunque no para hacerla sumergible o resistente a inclemencias del tiempo importante. Con ligera lluvia sí que la he usado sin más problema que ir secando las gotas que caían en el objetivo de plástico. Una recomendación, llevar siempre a mano una toallita de microfibras, que no rayan las lentes, para secar el material de inmediato cuando se moja. En tiendas de deporte como Decathlon las hay muy baratas y útiles.

Un par de instantáneas tomadas en Arlés.

Otras características importantes de la cámara son, según el documento técnico del fabricante, las siguientes. El objetivo tendría una longitud focal de 30 mm, con una apertura fija de f/9,5. La velocidad de obturación, también fija, es de 1/100 segundos. Está enfocado teóricamente a la hiperfocal, permitiendo imágenes nítidas entre 1 metro e infinito. Si calculamos la hiperfocal para estas condiciones en la Online Depth of Field Calculator, esta estaría a 3,18 metros, y la zona de nitidez estaría entre 1,59 metros e infinito. Bueno... todo es un poco aproximado, pero razonablemente útil.

Estasa dos instantáneas son de Aviñón, con tiempo más nublado que en Arlés.

Estas cámara llevan un flash incorporado, que hay que activar con un botón frontal, y que permiten iluminar hasta 3 metros de distancia. Útil como flash de relleno. Obligatorio en interiores. Nos anuncian que llevan un rollo de 24+3 exposiciones de película Ilford XP2 Super 400. Es una película en blanco y negro pero con tecnología cromogénica, que se revela en la sopa común del proceso C-41, la habitual para las películas negativas en color. Por lo que no debería ser complicado encontrar un lugar donde revelarla. Yo las he mandado a Carmencita Film Lab, donde hacen muy buen trabajo. Solicité un escaneado XL, 5350 x 3590 píxeles, algo más de 19 megapíxeles. Veremos dentro de poco que no es necesario digitalizar a tanta resolución.

En el espectacular Pont du Gard tuvimos también abundancia de luz solar.

Después de esta descripción técnica del aparato, ¿qué resultados da? Pues muy simpáticos, pero con limitaciones. Evidentemente, el sencillo objetivo de plástico, que creo que es un menisco con alguna superficie asférica fabricado en moldes, en el documento técnico no lo pone, tiene sus limitaciones. Razonablemente nítido en el centro del campo, los bordes y las esquinas se degradan rápidamente. Por lo tanto, la definición en la imagen tiene sus limitaciones, aunque el buen contraste de las mismas las dota de un aspecto agradable. En cualquier caso, nos podemos contentar con escaneados a menor tamaño, porque son imágenes que no dan para grandes ampliaciones, y así nos ahorramos algún dinero. Probablemente, un escaneado a 6 megapíxeles sea más que suficiente.

La luz del atardecer en Annecy es menos intensa pero de muy buena calidad.

Una de las claves del éxito con estas cámaras no está en saber cuándo se pueden hacer fotos, sino en saber cuándo no merece la pena, absteniéndonos y reservando fotogramas para los momentos adecuados. Si aplicásemos la regla del sunny f/16, aquella que nos dice que en las horas centrales del día con el sol a nuestra espalda iluminando frontalmente la escena la exposición adecuada es f/16 y como velocidad de obturación la inversa de la sensibilidad de la película, tenemos de sobra con esta cámara para fotografiar en condiciones de exteriores nublados. Entre f/8 y 1/400 segundos que nos indica la regla en cuestión y los f/9,5 y 1/100 segundos que nos ofrece la cámara hay una diferencia de en torno a un paso de exposición, a groso modo, para fotografiar con seguridad. Pero a esta película cromogénica de ISO 400, como sucede con otras en color, le gusta la luz. Y una cierta sobreexposición le sienta bien, disminuyendo el tamaño del grano y sin que se bloqueen las luces. Así que es una cámara muy adecuada para exteriores razonablemente bien iluminados. A las sombras les cuesta empastarse, pero cuando la luz general es escasa, la escena aparece pero el nivel de grano es mucho más evidente.

En Chamonix-Mont Blanc tuvimos condiciones de luz muy diversas en cuanto a intensidad, y no siempre de buena calidad; pero la cámara salió adelante.

En interiores, no he hecho ninguno, irá bien con el flash y con el sujeto principal en las cercanías. Si la estancia es muy profunda, los fondos quedarán negros, y si no, algo les llegará de luz del flash más la ambiental y pueden quedar agradables. También va bien el flash como luz de relleno durante el día, en caso de contraluces, o para rellenar sombras fuertes de los rostros de nuestra gente querida.

En cualquier caso, es una cámara que te libera de preocupaciones. Si interiorizas los momentos en los que puedes disparar y los que no según las condiciones de luz, todo es encuadrar y disparar. Y por el resultado de mis fotos, el visor es bastante útil porque se aproxima bastante al resultado final. No he tenido ningún desastroso resultado por errores de paralaje. Lo cierto es que he quedado muy contento. Aunque probablemente, en un futuro, por ejemplo en cierta escapada a Constanza en agosto, preferiré llevarme un cámara compacta con un objetivo decente, que no abulta mucho más tamaño, y conseguir una mayor nitidez en todo el campo. No sé. Si el pronostico es bueno, sin lluvias, la Leica Minilux. Si el pronóstico es húmero, la Olympus mju-II, que está protegida contra las inclemencias del tiempo.

La ciudad suiza de Ginebra y el pueblecito francés de Yvoire, ambos a orillas del lago Lemán, con tiempo soleado radiante, son mis últimos ejemplos de una experiencia muy positiva.

Bergger Pancro 400 en revelado desatendido con Adox APH 09 (Rodinal)

La película Bergger Pancro 400 me gusta bastante, y desde que salió al mercado hace poco más de un año para sus presentaciones de 35 mm y tipo 120, la he usado de vez en cuando. Con frecuencia la uso para llevar en la cámara cuando paseo por la ciudad, generalmente cargada en la Fujifilm GS645S Wide 60, un conjunto que me resulta agradable para paseos ciudadanos.

Aunque hay no pocos que proponen una sensibilidad efectiva más baja que el ISO 400 de su sensibilidad nominal, a mí me gusta usar esa sensibilidad nominal, y conseguir unos negro profundos. Que hasta el momento nunca me han quedado empastados y sin detalle.

Nunca hasta la fecha había utilizado un revelado desatendido, ni con Kodak HC-110 ni con Rodinal, sus clones o derivados.

Como ya habéis visto estos días atrás, en pocos días se me acumularon varios carretes, cada uno de su padre y de su madre, un Ilford Delta 100, un Fujifilm Neopan 100 Acros, y el Bergger Pancro 400 del que os hablo aquí. Y tenía poco tiempo para dedicarles al revelado y procesado. Así que tiré por la del vago, y decidí meterlos todos en una sopa de Adox APH 09, con una dilución 1+100, a una temperatura entre 20 y 21 ºC. Se procede a continuación a un revelado desatendido, es decir con una agitación mínima. Treinta segundos iniciales de suaves inversiones, y luego dejar estar quieto durante una o dos horas sin agitar, salvo un par de inversiones a mitad de ese periodo para evitar irregularidades. El objetivo es conseguir un revelado compensador, en el que las luces agoten enseguida el revelador vecino y no suban más allá de la cuenta, que no se empasten, mientras que las sombras, con mucha menos plata tengan a su disposición revelador durante todo el tiempo, revelándose a fondo. El Adox APH 09 os recuerdo que comparte la fórmula que usaba Agfa para el Rodinal hasta la Segunda Guerra Mundial. Se revela con las mismas técnicas y los mismo tiempos. Y yo soy incapaz de distinguir los resultados de esta fórmula con respeto a otras clónicas o derivadas del Rodinal. Y es muy barato.

Para estos paisajes urbanos o suburbiales, coloqué ante el objetivo de la GS645S un filtro rojo nª 25. Como tiene un diámetro de filtro de 49 mm, es un filtro que me sirve para esta cámara, para los objetivos más habituales de las Pentax, con un adaptador 49-46 mm para varios objetivos del sistema micro cuatro tercios. Y con tal de no usarlo con grandes angulares, con un adaptador 49-52 mm, con objetivos de otros sistemas que tengo por ahí. En cualquier caso, en esta ocasión me ha servido para dar más profundidad a los cielos, y una mejor separación entre esos y las nubes, o entre estas.

En cuanto a los resultados... sensaciones mixtas. La gradación tonal que he obtenido me parece satisfactoria. Si de por sí la Pancro 400 no es una película excesivamente contrastada, el revelado compensador proporciona una gradación bastante lineal de los tonos. Quizá sea cierto que le sienta mejor un índice de exposición un poco superior, digamos IE 320 o inlcuso IE 250... pero como ya he dicho, me gustan las sombras más profundas, y con IE 400 no se bloquean. Así que seguiré fiel a este índice de exposición.

Donde ya no estoy tan contento es en el grano de la película. Entendámonos, estamos ante una película cuya sensibilidad nominal es ISO 400. Y estoy usando un derivado o clónico del Rodinal. Así que no puedo esperar el grano más fino posible para esta película y estas condiciones. Pero dicho lo cual, creo que el revelado que le he practicado a una Pancro 400 en el que el grano ha sido más aparente. No desagradable; es regular y homogéneo, pero muy aparente. Especialmente, como es natural en las grandes extensiones de tonos uniformes. Lo cierto es que una película de ISO 100 con un filtro amarillo, para no perder tanta luz, me hubiera dado las mismas condiciones de exposición, y un grano mucho más discreto, como me sucedió con la Fujifilm Neopan 100 Acros. Teniendo en cuenta que el filtro amarillo que usé con la Acros resta un paso de exposición, el índice de exposición efectivo fue de 50 para una película de ISO 100. Como el filtro rojo que usé con la Pancro 400 resta tres pasos de exposición, el índice de exposición efectivo para esta fue también de 50. Evidentemente, hay diferencias estéticas entre el uso del filtro rojo y el amarillo. Cada cual tiene que valorar lo que le conviene. Para mí, ese índice de exposición efectivo de 50 es lo mínimo para ir sin trípode. Contando con que si baja la luz por nublados y tal, o porque me muevo por entre calles, le puedo quitar el filtro y recuperar luz.

Los resultados globales no están mal. Pero confirman la tendencia observada, y también leída en diversas fuentes, de que el revelado desatendido con Rodinal, clónicos y derivados se lleva mejor con las películas de sensibilidad media-baja. De ISO 125 hacia abajo. Y bien expuestas, sin riesgos de subexposición. Ahora sólo dispongo de Adox APH 09 en casa, pero me estoy planteando mantener una reserva de algún otro revelador tipo Ilford DD-X, Kodak TMax Developer o Ultrafin T-Plus o similares. Ya veremos. Es que el Rodinal y el Kodak HC-110 son tan cómodos y eternos...

Impossible Project Blanco y Negro - Un domingo lluvioso

Aparte de esta serie que os presento hoy, y que previamente ha ido apareciendo en las últimas semanas en mi cuenta en Instagram, ya no me queda más que un cartucho de película instantánea bajo la marca Impossible Project. Después, todas serán ya, supongo, Polaroid Originals. Da igual. Mi sospecha es que en blanco y negro poco o nada ha cambiado de momento.

En cualquier caso, las fotos de hoy que podréis ver en el siguiente pase de imágenes, corresponden a un domingo por la mañana frío y lluvioso. Como esta película se lleva muy mal con las temperaturas frías, no se revela igual de bien, conforme iba exponiendo las fotos las iba introduciendo en un bolsillo de mi chaquetón impermeable. El problema es que, como me estuve moviendo a buen paso para librarme del frío, la transpiración hizo que se humedecieran, y que se revelaran con imperfecciones. Pero aquí están. Hechas con la Polaroid Image System SE, formato Spectra.

Paisajes en blanco y negro con Ilford Delta 100 en los Pirineos aragoneses

Durante el año 2017 fui realizando una labor de revisión de distinto tipo de material sensible, especialmente películas en blanco y negro, con el fin de acostumbrarme a revisar y conocer las características y capacidades de cada tipo de película, y tener un mejor criterio a la hora de adquirir el material de acuerdo a mis necesidades.

En color, la oferta es más limitada y las cosas son habas contadas. En estos momentos tengo ya la decisión tomada. Como película todo uso, todo terreno, la Fujifilm Superia XTra 400 me da lo que necesito, aunque sólo está en película de 35 mm. Una reserva suficiente de sensibilidad, un grano razonablemente fino aunque yo no la llamaría película de grano fino, y unos colores agradables y relativamente vivos. Una película alegre. Para paisajes, con grano más fino, no me cabe la menor duda de que la Kodak Ektar 100 es casi obligatoria. Y para retrato es de rigor la Kodak Portra 400. Que podría ser una opción como película polivalente, aunque con colores menos vivos que la XTra 400, si no fuera porque es apreciablemente más cara. De elección, eso sí, en formato medio, donde el producto de Fujifilm no está disponible. Para las altas sensibilidades... Fujifilm tiene algún producto interesante, y siempre se puede usar la Portra 400 forzándola.

En blanco y negro, las opciones son mucho más variadas, y la elección no está tan clara. Probé muchas el año pasado. Para mi fotografía infrarroja, las Rollei Retro 80S y Superpan 200 son de rigor. Van bien y tienen un precio razonable. Pero en el resto, cuesta decidirse por una película en concreto. Comprobé hacia final de año que me había centrado en mis pruebas en las películas de tecnología tradicional, de grano cúbico, y que salvo la Fujifilm Neopan 100 Acros y algún carrete de Kodak TMax 400, hacía décadas que no probaba las de tecnología más moderna, con grano tabular. La Acros me gusta mucho, aunque a veces es poco contrastada, y justa de sensibilidad. La TMax 400, como la mayor parte de las Kodak, para quienes hacemos un proceso mixto fotoquímico-digital, es una pesadilla para escanear por su escasa estabilidad dimensional. Vi que tenía que retomar las Delta de Ilford. Desde 1997, en un viaje a Oviedo, no había usado ninguna. En aquella ocasión fue una Delta 400.

Adquirí por lo tanto unos cuantos rollos de Ilford Delta 100 y 400, en formato medio, y el día 30 de enero, un día que me cogí libre en el trabajo y subí de excursión a pasear por el valle de Tena, en los Pirineos aragoneses, cogí los rollos de Delta 100 y la Hasselblad 503CX con el Carl Zeiss Planar 80/2,8 T* CF y me dispusé hacer unos cuantos paisajes. Normalmente uso un filtro amarillo, pero no en esta ocasión. En la montaña, cuando está totalmente despejado, los cielos son suficientemente oscuros para que con una película como esta no sea necesario para envitar unos cielos excesivamente blanquecinos y lavados.

Uno de los rollos, por un error al cerrar el tambor de revelado, se veló parcialmente. Nueve de los doce negativos quedaron inservibles. También esto provocó alguna irregularidad en el revelado, que se aprecia en algún negativo del resto, aunque en el proceso mixto, en la parte digital, he corregido algunos y han quedado aprovechables. Nunca hay que bajar la guardia, y nunca hay que dudar en comprobar dos veces que todo el material queda convenientemente ajustado.

Lo primero que me quedó claro es una cosa. Si la semana pasada os hablaba de mis pruebas con la Rollei Ortho 25 Plus, he de decir que con la finura de grano y la nitidez que ofrece la Delta 100, no merece la pena el inconveniente de usar una sensibilidad tan escasa, por lo menos en formato medio. Quizá con película de 35 mm pueda ser planteable que haya más diferencia, pero para las ampliaciones que hago yo, ya me vale. Como recientemente había usado la Ilford FP4 Plus, también he percibido la diferencia a favor de la Delta 100 en nitidez y limpieza de la imagen. A cambio, se nos recuerda que debemos ser más cuidadoso en la medición de la luz y la exposición de la imagen. Para estas fotografías use el Sekonic L-408 Multimaster que compré en navidades para medir cuidadosamente la luz. A veces con medición incidente de la luz, a veces con medición parcial, comprobando el contraste de la escena, con la medición reflejada en un ángulo de 5º. Se me olvidaba decirlo, en todo momento el índice de exposición ha sido coincidente con la sensibilidad nominal de la película, ISO 100.

Como revelador, he usado el Kodak TMax Developer, del que disponía de una cierta cantidad, que es el revelador desarrollado por Kodak para películas de grano tabular. Lo usé a la dilución recomendada 1+4, durante 7 minutos a 20 ºC. Treinta segundos de inversiones continuadas de forma inicial y cuatro inversiones cada minuto hasta el final del revelado. Nunca hago las inversiones con excesiva energía. Soy más bien calmado. Me dicen, aunque desconozco las fórmulas químicas de ambos, que el TMax Developer es similar al DD-X de Ilford, que es el revelador recomendado por la marca británica para estas películas.

Qué conclusiones puedo sacar. Pues que me he sentido muy cómodo con esta película. Los negativos, salvo los estropeados por la filtración de luz, tenían un aspecto estupendo, con sombras con detalle y con luces sin bloquear. Hay que decir que las condiciones de luz fueron de luz radiante, en horas centrales de día. Y en las escenas había desde extensiones de nieve iluminadas por el sol, hasta algún bosque de coníferas de hojas perennes muy oscuras. Sin mayores problemas, todo quedó integrado en la escena sin pérdida de información por ninguno de los extremos.

La película tiene una muy buena estabilidad dimensional y se mantiene plana en el soporte del escáner sin problemas, lo que colabora a una buena nitidez final. Dejados a la exposición automática del programa de escaneado, ya hubieran tenido los archivos resultantes un buen aspecto. No obstante, digitalicé en archivos Tiff de 16 bits, agustando los negros y los blancos extremos de modo que se consiguiese el mayor rango dinámico posible en los tonos. No fue problemático. Luego tuve que hacer algún ajustes, nada intempestivos, con el contraste para dejar las imágenes como las percibí en el momento de la toma. Como ya había previsto, aun sin el filtro amarillo, los cielos azules se mantuvieron en tonalidades medias sin ningún problema. De haber habido nubes en el cielo, estas hubieran quedado perfectamente separadas. Pero no las hubo.

He de decir que quedé muy satisfecho. Y en esos momentos, practicamente puedo decir que esta película se va a convertir en mi película de grano fino de elección. Quizá para el uso con cámaras antiguas, más imprecisas, igual use alguna película de grano cúbico tradicional, quizá la Ilford FP4 Plus, que puede perdonar un poco más posibles errores en la exposición, pero ahí está. Comparada con la Fujifilm Acros, que es la que más me gustaba hasta ahora, la principal ventaja que encuentro en la japonesa es la ausencia de error en la ley de la reciprocidad para exposiciones largas. Pero aparte de eso, creo que la Delta 100 es mi favorita. Tengo la sensación de que ya lo fue en tiempos, he estado revisando las películas que usaba a mediados de los noventa y ahí está muy presente, y lo volverá a ser. La única pega real que encuentro... que es más cara que otras. Pero es un producto de muy buena calidad.

Recientemente, a través de Twitter, Ilford Photo hizo una petición de exponer en este medio fotografías de paisaje realizadas con sus materiales etiquetándolas de una determinada manera, y la fotografía que está sobre estas líneas fue seleccionado para un pequeño artículo en su blog oficial (Friday Favourites #landscapes), como ejemplos de uso de película Ilford en paisaje. De las cinco fotografías publicadas, en una no consta la película utilizada, de las otras cuatro dos están realizadas con Ilford Delta 100 y otras dos con Ilford Pan F+. Esta última, una película de ISO 50. Lo cual da una idea de la adecuación de estas películas a este propósito.

Rollei Ortho 25 Plus - Merece o no merece la pena, esta es la cuestión

En líneas generales, existe una regla en la fotografía con película tradicional que dice que cuanto menor es la sensibilidad de la película, menor es el grano de la misma. Quizá habría que expresarla al revés. Las películas que tienen un grano muy reducido, tiene menor sensibilidad. No voy a meterme en explicaciones al respecto, por miedo a cometer algún error conceptual si voy muy deprisa.

Por lo tanto, para determinado tipo de trabajos, como pueden ser algunos retratos, bodegones y fotografía de producto y paisaje, las películas de sensibilidad baja serían de elección. Aunque como contrapartida, será necesario el uso de un buen trípode para asegurar la foto nítida si la luz no es abundante y hay que usar diafragmas cerrados. La velocidad de obturación será muy lenta.

Hace unos meses, leí unos artículos y vi unos vídeos en los que se experimentaba y se hablaba de la película Rollei Ortho 25 plus. Como muchas películas técnicas de este tipo, con determinados reveladores de alto contraste son película adecuadas para la reproducción de documentos. Pero con otros, se puede alcanzar una gradación suave de tonos grises, que las hace muy adecuadas para su uso artístico.

Un elemento añadido en el caso de esta película es que se trata de una película ortocromática. Es decir, no es sensible a las longitudes de onda del rojo, pero sí a las del azul y el verde. Ahora voy con algo más sobre el tema, mientras voy poniendo fotografías de algunos bodegones sencillos que realicé con un carrete de formato 120 y la Hasselblad 503CX. La óptica utilizada fue el Carl Zeiss Planar 80/2,8 T* CF, con un filtro amarillo.

Una de las características que debemos conocer de una película blanco y negro cuando la utilizamos es su curva de sensibilidad espectral. Es decir, dentro del intervalo de longitudes de onda de la luz visible, a cuales de ella es sensible y en qué medida ese tipo de película. Históricamente, las primeras emulsiones fueron sensibles a las longitudes de onda correspondientes al azul y al verde. Estas son las llamadas emulsiones ortocromáticas. Los colores azules suelen rendir muy claros, con el riesgo de que los cielos aparezca blancos, los verdes tienen unos tonos medios, y los rojos muy oscuros, al no ser la película sensible a estos tonos.

Conforme fue avanzando el progreso en la formulación de las emulsiones, aparecieron las emulsiones pancromáticas, con una sensibilidad extendida al rojo en mayor o menor grado. En general, pocas son sensibles a los rojos más profundos, pero al menos sí lo son a los naranjas y a los rojos más claros, más ligeros. También existen películas superpancromáticas y con sensibilidad extendida al infrarrojo, en la que esos rojos profundos sí que son registrados, e incluso con filtros adecuados podemos seleccionar sólo las longitudes de onda más largas, los rojos profundos y el infrarrojo cercano, para formar nuestra imagen. A lo largo de 2017 han aparecido en estas páginas una diversidad de ejemplos sobre estas películas.

En general, la forma de controlar el contraste con la película en blanco y negro es, conociendo su sensibilidad espectral, y dependiendo del uso que le vamos a dar, utilizar filtros de colores que bloqueen en mayor o menor medida determinadas longitudes de onda y permitan el paso de otras. Así, utilizando un filtro amarillo, que es el que más uso, los objetos con estos tonos se aclaran, véase los plátanos, y los cielos azules se oscurecen en los paisajes, quedando más naturales. Ver fotografías más adelante.

En paisaje, los filtros más usados son los amarillos, amarillos verdosos, naranjas y rojos. En el retrato y en deterimando tipo de paisajes hay quien prefier usar el verde, pero depende mucho del efecto a conseguir. Por ejemplo si se quiere acentuar unos labios maquillados en rojo, se pone un filtro verde, y estos aparecen más oscuros. Pero puede que queramos disimular algunas imperfecciones de la piel, que tienen tonos cálidos, y en ese caso, un filtro naranja o rojo las aclara y las disimula. No hay reglas fijas, pero hay una racionalidad detrás de cada uso.

En cualquier caso, mi principal intención a la hora de usar la Rollei Ortho 125 Plus era conseguir unas imágenes con una estructura de grano muy fina, nada intrusiva. Todavía más cuando usamos una cámara de formato medio, que exige unas ampliaciones menores que las películas de formato de 35 mm.

Con el fin de comprobar este uso, cargué otro rollo en la Fujifilm GS645S Wide 60, también con un filtro amarillo, con el fin de oscurecer los cielos, y me fui a hacer alguanas fotos en paisajes urbanos en un día con abundante luz. No llevaba trípode, por lo que necesitaba mucha luz. El ISO 25 de la película, al poner el filtro, se convierte a la hora de calcular la exposición en un IE 12 o 16.

Ambos rollos fueron revelados con el revelador de Kodak TMax, que se supone ofrece un grano más fino que otros más tradicionales como el Rodinal y sus derivados. Con una dilución de 1+4, a 24 ºC tiene un tiempo de revelado de 6 minutos. Muy cómodo. El revelado transcurrió sin problemas, y aparecieron negativos con buena densidad, adecuados tanto para el escáner como para la ampliadora.

Ahora bien, a lo que estamos. De cara a conseguir la mayor nitidez posible, con un grano escasamente intrusivo con respecto a otras películas, ¿merece la pena el esfuerzo de usar una película de tan escasa sensibilidad? Hay que tener en cuenta que hay una serie de cuestiones sobre las que la documentación oficial no es clara, como cunatificar el fallo de la ley de reciprocidad para exposiciones largas. En los bodegones, los tiempos medidos era de 1 o 2 segundos, y yo dupliqué la exposición. Aparecieron algunos fotogramas más densos de lo previsto. Desconozco el comportamiento más allá.

Una constricción clara es su uso sin trípode. En alguna de las fotos de paisaje urbano, a pesar de la buena iluminación, si la necesidad de una profundidad de campo amplia lo exigió, dejé la velocidad de obturación en el límite admisible, y he encontrado alguna pérdida de nitidez. Con ISO 100, no hubiera pasado.

Lo cierto es que con los rollos de 120, en condiciones normales, en una copia impresa o en una ampliación, el grano va a ser imperceptible. Aprecio una mejora clara con respecto a la Ilford FP4 Plus, por ejemplo. Pero no tengo tan clara la mejora respecto a la Ilford Pan F. O ahora que estoy trabajando con la Ilford Delta 100, con respecto a esta. No digo que no haya diferencia, sino que tal vez no merezca la pena. En un momento dado, quizá la elección tenga que deberse a otras características de la película. He de decir que la gama de tonos y el contraste de las imágenes me ha gustado. Pero también me están gustando para la Delta 100, que hacía un par de décadas que no usaba. Bueno... ahí lo dejo. Dentro de unos días os cuento lo de la Delta 100.